Como ya habíamos mencionando en la edición anterior, el año de 1978
contó con dos Asambleas Ordinarias de la Federación Interamericana de Filatelia
– FIAF: la primera en Toronto, Canadá (el 16 de junio) y la segunda en Buenos
Aires, capital de Argentina (el 30 de octubre), en el marco de la Exposición Interamericana de Filatelia
ARGENTINA’ 78.
Pocos aportes nos llegaron sobre lo que efectivamente pasó en esta
Asamblea, excepto unas breves referencias que constaron en el Informe de Emilio
Obregón (publicado en la Revista FMF,
de México, nº 12, enero de 1979) sobre la ARGENTINA’
78 y la Mesa Redonda de Buenos Aires (de ésta, trataremos en la siguiente
nota).
Pero vale la pena recordar un poco lo que fue Exposición Interamericana de Filatelia ARGENTINA’ 78, organizada
por la Federación Argentina de Entidades Filatélicas – FAEF y que, bajo el
patrocinio de la FIAF, se efectuó en la ciudad de Buenos Aires del 27 de
octubre al 5 de noviembre de 1978.
Antes que nada, cabe señalar que la ARGENTINA’ 78 fue también el homenaje rendido por los filatelistas
argentinos – al que se adhirieron los de toda América – a la memoria de ese
ilustre prócer nacional, el Gral. Don José de San Martín, con ocasión del
bicentenario de su natalicio.
La Secretaría de Estado de Comunicaciones, la Empresa Nacional de
Correos y Telégrafos – ENCOTEL y el Instituto Nacional Sanmartiniano,
instituciones argentinas interesadas en la promoción de la filatelia, prestaron
su valiosa ayuda para dar el mayor realce posible a ARGENTINA’ 78 y sus altos directivos fueron los que, en forma
activa, participaron en la ceremonia inaugural y en otros actos del programa de
eventos.
La Comisión Organizadora (en la que participaron varios filatelistas
temáticos) fue constituida por Vito Tondelli, Presidente; Néstor M. Ferré,
Secretario General; y Eliseo Rubén Otero, Secretario; además de Martín Delgado,
Osvaldo J. González, Miguel A. Pomponio, Manuel A. Mansilla y Edgardo J. Rocca.
El Jurado Internacional de ARGENTINA’
78 estuvo integrado por una selección de los jueces especialistas más
calificados del Continente, entre ellos algunos notables temáticos, como Heitor
Fenicio, de Brasil; Emilio Obregón; de México; y los argentinos Vicente A. Di
Gaudio, Néstor M. Ferré, y Edgardo J. Rocca.
Heitor Fenicio, Emilio
Obregón, Vicente Di Gaudio y Néstor Ferré, jurados temáticos
La exposición se realizó en la Sociedad Rural Argentina, en el famoso
barrio de Palermo.
Las colecciones que participaron en esa exposición ocuparon casi 1.700
marcos o vitrinas (que comportaban 16 hojas cada), de tal manera que Obregón –
él mismo un participante en prácticamente todas las “interamericanas” hasta
entonces realizadas – no dudaría en afirmar: “Estas cifras hacen de ARGENTINA’ 78, por su capacidad de
exhibición, la mayor de todas las exposiciones filatélicas interamericanas que,
bajo el patrocinio de la FIAF, se han realizado desde el año de 1969”.
También, por el alto nivel de las colecciones que participaron en la
competencia, se puede afirmar que su calidad media fue muy elevada. Según la
evaluación del mismo cronista aquí mencionado, “ARGENTINA’ 78 fue una exposición interamericana que superó a todas
anteriores de su género, la que más calidad ha alcanzado hasta ahora”.
Hubo también una expresiva participación de administraciones postales
de países miembros de la FIAF: Argentina, Brasil, Chile, El Salvador, España,
Estados Unidos, Guatemala, Paraguay, Perú y Uruguay. Aunque por esa época ya
disminuían las emisiones postales, el país anfitrión emitió una serie de
hojitas (tema Pájaros), y Costa Rica, un sello aéreo.
Como ya había ocurrido en la ESPAMER’
78, se destacó en la clase temática la colección Charles De Gaulle – El Hombre del Destino, medalla de Oro, del
mexicano Mauricio Messoulam, que fue galardonada con el Gran Premio Temático de
la exposición.
A propósito, el día 29 de octubre fue el “Día de la Filatelia
Temática” y el 5 de noviembre, el “Día de la FAEF y de la FIAF”.
En cuanto a la parte social, siempre algo muy singular en las
“interamericanas”, los visitantes pudieron disfrutar de una visita a la ciudad
de Luján y sus museos históricos, además de una Fiesta Gaucha. El entusiasmo de
Obregón por dichos eventos quedaría sintetizado en las siguientes palabras:
“Todo ello rodeando de un marco de recepciones y banquetes, en los que,
particularmente los filatelistas no-argentinos, disfrutamos en forma cabal de
la comida del país y, muy en especial, de su extraordinaria carne y sus
magníficos vinos”.